Mantén tu mejor sonrisa
Has trabajado mucho para conseguir una sonrisa bonita y, ahora que te has quitado los frenillos, es hora de conservar los resultados. Aunque ahora tus dientes están rectos y libres de metal, tu experiencia ortodóncico no ha terminado del todo. Para mantener tu nueva sonrisa, tendrás que llevar un retenedor. Los retenedores son esenciales para mantener los dientes en su alineación correcta mientras las encías, el hueso y los músculos se adaptan a sus nuevas posiciones.
Tipos de retenedores
Los retenedores se fabrican a medida y los hay de dos tipos principales: extraíbles o fijos.
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Retenedores removibles tradicionales:
Incluyen un alambre metálico que envuelve los dientes frontales y se fija a un arco acrílico que descansa sobre el paladar. El alambre puede ajustarse para permitir pequeños movimientos dentales si es necesario. -
Retenedores tipo Alineador (Retenedores Essix):
Estos retenedores transparentes ofrecen una alternativa más estética a los retenedores de alambre. Se fabrican a partir de un molde de tus dientes alineados y pueden ajustarse a toda la arcada o engancharse de canino a canino. -
Retenedores fijos:
Consisten en alambres pegados detrás de tus dientes inferiores y/o superiores. Aunque suelen llevarse durante uno o dos años después de extraer las muelas del juicio, algunos pacientes optan por conservarlos de por vida para garantizar la estabilidad a largo plazo.
Pros y contras de los retenedores
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Retenedores extraíbles:
- Fácil de sacar para comer y limpiar.
- Puede extraviarse si no se guarda en un estuche adecuado cuando no se utiliza.
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Retenedores fijos:
- Ideal para pacientes que prefieren no registrar el tiempo de uso.
- Requieren una mayor atención a la higiene bucal, sobre todo al usar hilo dental, que puede necesitar enhebradores de hilo para pasar alrededor del alambre.
Cómo cuidar tu retenedor
Cuidar tu retenedor garantiza que se mantenga limpio y funcional. Sigue estos consejos:
- Límpialo a diario: Utiliza un cepillo de dientes y jabón líquido suave para frotar suavemente tu retenedor. Evita la pasta de dientes, que puede rayar el material.
- Sumérgete periódicamente: Una solución limpiadora para dentaduras postizas, como Efferdent, puede ayudar a eliminar la placa y la acumulación de sarro. Aclara siempre a fondo después del remojo.
- Evita el calor: Mantén tu retenedor alejado de calefacciones, agua caliente, lavavajillas o salpicaderos de coche, ya que el calor extremo puede deformarlo.
- Utiliza el estuche: Guarda siempre tu retenedor en su estuche adecuado cuando no lo utilices para evitar que se pierda o se dañe.
- Protégelos de los animales domésticos: Los perros y otros animales domésticos suelen tener la tentación de morder los retenedores, así que mantenlos fuera de su alcance.
Sustitución y reparaciones
Con el tiempo, puede ser necesario sustituir tu retenedor debido al desgaste normal. Tu plan de tratamiento incluye un juego de retenedores una vez retirados los frenillos, pero la sustitución de retenedores perdidos o dañados supondrá un coste adicional. Si tu retenedor se afloja o se rompe, ponte en contacto con nuestra consulta inmediatamente para que lo ajustemos o reparemos.
Llevar y cuidar tu retenedor es un pequeño compromiso que garantiza la longevidad de tus resultados ortodóncicos. Siguiendo estos pasos, ¡disfrutarás de toda una vida de sonrisas!